jueves, 24 de noviembre de 2011

LA CUESTION SOCIAL








La cuestión social en América  es un ítem que perdura hasta el día de hoy, es decir a permanecido en el tiempo por un largo periodo de nuestra existencia es un encuentro del progreso material con el decaimiento de los principios ético-sociales, trastorno que se caracteriza por un vivo malestar de todas las clases de la sociedad y la generación de antagonismo entre las mismas. La cuestión social trata de hechos que abarcan los derechos del trabajador o clase media baja ósea pobres,  La cuestión social para la Doctrina social de la Iglesia se manifiesta externamente como afectando de un modo principal a la clase obrera (los asalariados) en sus relaciones con los capitalistas y empresarios; pero en realidad se hace sentir en todas las clases sociales, dicho termino ha sido visto en ámbitos de única y exclusivamente económico.

La cuestión social puede ser vista o enfocada en dos ámbitos el primero en problemas de relaciones del hombre con los bienes de la tierra El hombre, ente esencialmente social, está inmerso en un mundo material al que está esencialmente vinculado. Presenta, pues, una doble dimensión, social y económica: la que relaciona a los demás hombres; y la que juntamente, socialmente la relaciona con los bienes económicos. Esto supuesto, el problema social tendría teóricamente esta formulación: ¿cuál es desde el punto de vista ético-jurídico la relación del hombre, ente social, con los bienes económicos? La solución de este problema necesariamente tendría que fundamentarse en el derecho natural. Como bien sabemos desde que nacemos todos no importado raza ni estatus económico no importando de donde venimos, donde fuimos procreados , optamos todos por igual a los mismos derechos sin tener discriminación alguna, porque los derechos humanos son universales es decir que para cada uno de los integrantes de este mundo son homogéneos ósea sin alteraciones de ningún tipo. También visto en un segundo ámbito el cual dice que El problema social históricamente considerado es el problema vivo y palpitante que ofrece de hecho la Humanidad con relación a los bienes económicos, dividida en dos clases antagónicas: una minoría que goza superabundantemente de los bienes naturales, frente a la gran multitud de los desheredados de la fortuna. Estas diferencias marcan en cierto modo donde nacemos para así adquirir los bienes presupuestados que a cada uno le corresponde constituye un problema vital y urgente, que puede formularse así: ¿cómo conseguir un ordenamiento jurídico-social de la economía, que se llegue a una justa distribución de los bienes materiales entre las diversas clases de la sociedad? La solución de este problema necesariamente será de derecho positivo. Las soluciones prácticas que se den al problema social histórico no pueden desconocer y menos estar en contradicción con las soluciones que se den al problema social teórico. Las soluciones teóricas han de proceder, fundamentar e iluminar las soluciones prácticas. Cierto que no bastan soluciones teóricas; urgen las soluciones prácticas del problema tan vital. Pero mal se acertará con esta si no se tienen en cuenta la primeras. La cuestión social no es sólo económica, sino moral y religiosa. El papel de la iglesia en este ámbito es muy mercante porque la iglesia defiende los derechos por igualdad de condiciones, aun sabiendo que antiguamente algunos religiosos veían su propia beneficencia con lo cual ellos tenían una vida provechosa sin mayores revuelos y prospera.

La solución al problema teórico pertenece a la Filosofía social-económica. Aquí es donde la Iglesia tiene su palabra que decir. El estudio y solución del problema histórico pertenece más bien a la Sociología y a la política social, que han de tener muy en cuenta los dictámenes de la economía.  Todo problema  tiene su planteamiento, posibles soluciones descartar las menores efectivas y priorizar las mejores soluciones visibles.

El crecimiento económico generado por la industria minera instalada en la zona norte del país fue fecundo para la acumulación de grandes fortunas entre los empresarios chilenos y para que el Estado pudiera desarrollar una vasta red de obras públicas. Sin embargo, la mayor parte de la población chilena no recibió los beneficios del progreso económico; por le contrario, tras la fastuosa imagen de los capitanes de la industria chilena, se escondía una dura y trágica realidad social.
En primer lugar el despegue de la economía chilena implicó el surgimiento de una serie de oleadas migratorias desde el campo a la ciudad, o en su defecto desde el campo a las oficinas salitreras del norte del país. Las grandes urbes chilenas no estaban preparadas para recibir los repentinos y vastos flujos de población proveniente del campo, y debido a la escasez de viviendas, los recién llegados a los centros urbanos se debieron instalar en las inmediaciones de las industrias y se ubicaron en habitaciones precarias y deficientes.
De esta forma surgieron algunas de las tradicionales viviendas chilenas como los “cuartos redondos”, los “conventillos”, los “ranchos”; los primeros de ellos, eran habitaciones sin luz ni ventilación en las que se ubicaban todos los miembros de un grupo familiar; los “conventillos” eran complejos de viviendas compuestos por un conjunto de habitaciones que se disponían a ambos lados de una calle interior que servía de pasillo; finalmente, los “ranchos” eran precarias construcciones realizadas a base de abobe y con techumbres de paja.
Las pésimas condiciones habitacionales y el extremo hacinamiento eran factores que elevaban considerablemente las posibilidades de multiplicación de enfermedades pandemias, a lo que se agregaban problemas de alcantarillado, dificultades para la evacuación de aguas servidas, y complicaciones severas en la extracción de la basura. Las condiciones de trabajo de los obreros de la época eran totalmente deficientes  por lo dicho anteriormente en los párrafos anteriores dejan a descubierto los grandes problemas de las sociedad trabajadora en materia de  salubridad por lo que desencadeno una variedad de enfermedades relacionadas con el tema de vida día  a día malas condiciones higiénicas, como la peste bubónica, la tuberculosis, la difteria, la neumonía y otras.
La situaciones que debían enfrentar  el campesinado de la época no diferían en mucho con las que debían lidiar los mineros del salitre en las oficinas del norte del país; de hecho, sus precarias habitaciones eran construidas con un componente metálico denominado calamina, el que hacía a las viviendas de los mineros casi inhabitables puesto que por el día no aislaban las altas temperaturas, y por las noches no protegían a los trabajadores y sus familias de los inclementes fríos desérticos. La situación sanitaria también era deficiente debido a la carencia de profesionales de la salud para atender a una masa de población en constante aumento. También hay que hacer  la asociación de la calidad de atención que priorizaba alas clases de mayor ingresos económicos  que era totalmente diferente la atención de un obrero ala de un dueño de fundo, los excesos de horarios de sus obras eran otro factor contradictorio el  momento de hablar de la duración de vida de los trabajadores aproximado, también considerar la rentabilidad ósea los sueldos eran miserables.

La gran cantidad de recursos de que disponían los acaudalados empresarios chilenos les permitieron construir enormes y fastuosas mansiones y palacetes, los cuales generalmente eran amoblados con mobiliario importado desde Europa. La práctica de consumir productos de lujos europeos se extendió a la educación y comúnmente los hijos de los miembros de la clase dominante eran enviados a completar sus estudios a Francia.

El complejo panorama social de Chile en el periodo que marco el paso del siglo XIX al siglo XX fue enfrentado de forma tibia y débil por los respectivos gobiernos que dirigieron al estado chileno. En materia laboral sólo se realizaron tenues esfuerzos por mejorar las paupérrimas condiciones en que se debían desempeñar la mayor parte de los trabajadores nacionales; en el caso de las oficinas salitreras, las iniciativas estatales destinadas a detener los abusos a los que estaban sometidos los trabajadores del salitre, fueron nulas debido a la alta influencia de los empresario salitreros en las políticas gubernamentales, ya que su industria representaba más del 90% de las entradas fiscales, por medio del pago de impuestos aduaneros.

Como señalamos recién, las iniciativas del estado en materia social fueron casi inexistentes y se limitaron a un conjunto de disposiciones puntuales y descontextualizadas que no afectaron mayormente la suerte de los trabajadores del país. La cuestión social nos pisa los pies a sabiendas de que hay personas que viven en formas insalubres nos asen preguntarnos ¿porqué la vida era así en ese entonces? ¿porque no una mejor calidad ? hoy en día en el mundo que vivimos ocurren casos similares o existen similitudes a aquel entonces quizás un poco diferente pero al fin y al cabo lo mismo y han cambiado gracias a la conciencia de algunas personas que han querido cambiar la mentalidad del rico a ser solidario y nos ser tacaño en justa medida sin abusos porque tampoco es la idea es abusar de el que tienes mas pero tampoco es la idea que el que tiene mas abuse del que tiene menos dándole una vida que no se merece y que a nadie le gustaría pasar por eso  además pensar en el tema nos da como conclusión que las condiciones eran así porque no se podía optar a otra cosa lamentablemente  si mejorar pero no un 100% como se debería, los abusos contra el sector obrero de nuestro país fueron descomunales comparables con cualquier otro país que se pareció al caso ocurrido en chile que llevo consigo una gran tasa de mortalidad con respecto a los años en que se realizo este gran problema que aun nos quedan raíces que ojala cambiara no de igual manera para todo pero si mejorando la vida de todos sin que beneficie ni a uno ni a otros sino el que tiene mas que tenga y el que tiene poco que tenga un poco mas sin afectar a nadie y eso nos serviría a salir adelante como país y a desarrollarnos mas aun.   

viernes, 4 de noviembre de 2011

LA GUERRA DEL PACIFICO.





La guerra del pacifico fue un conflicto armado entre la republica de chile contra las republicas del Perú y de Bolivia, este hecho se concreto o se desarrollo entre los años de 1879 y 1883 ósea es decir que se inicio, tubo un centro y un ganador ,un conflicto armado marcador de la guerra este hito también se ha denominado la guerra del guano o del salitre, a mediados del siglo XIX el desierto árido de atacama el que conocemos hoy en día era un terreno con un gran valor económico , debido al descubrimiento de varios yacimientos de guano y luego de salitres ambos constituían un gran aporte económico por su buen precio en el mercado internacional.

 Los actuales presidentes de cada país eran de Bolivia Hilarión daza, de chile Aníbal pinto Garmendia y de Perú mariano Ignacio prado, las republicas de Bolivia y chile habían firmado dos tratados de limites el primero de ellos en 1866, y el segundo firmado en 1874, dichos tratados fueron ratificados tanto en Santiago de chile como en la paz, el tratado de 1866, concurrió en poner un termino amigable y satisfactoria la antigua cuestión pendiente entre ellas sobre la fijación respectiva de sus limites territoriales, asimismo establecía una trueque  en favor de los dos países entre los paralelos 23 y 25 respectivamente sobre las materias primas explotadas en dichos territorios o del área en cuestión.

El 27 de noviembre de 1873, la compañía de salitres y ferrocarril de Antofagasta, una sociedad chilena formada por capitales chilenos y británicos, firmó un acuerdo con el gobierno boliviano que le autorizaba la explotación de salitre libre de derechos por 25 años, desde la bahía de Antofagasta hasta Salinas, incluyendo el Salar del Carmen. Dicho acuerdo no fue ratificado por el congreso boliviano, que en ese entonces se encontraba analizando las negociaciones con Chile,  Que darían como resultado el tratado de 1874. Para Bolivia, el contrato firmado en 1873 con la Compañía de Salitres de Antofagasta aún no estaba vigente porque, de acuerdo con la constitución boliviana, los contratos sobre recursos  naturales debían aprobarse por el congreso. La asamblea nacional constituyente boliviana condiciono el 14 de febrero de 1878 que se pagara un impuesto de 10 centavos por quintal de salitre exportado por la compañía. En lo que respecta a Chile, el cobro del impuesto de 10 centavos sobre quintal exportado violaba el artículo IV del tratado de 1874. Por ello, dicho impuesto encontró una gran resistencia por parte de los propietarios de la empresa afectada y una cerrada defensa de su causa por parte del gobierno de Santiago, desencadenándose un conflicto diplomático. Durante los mese próximos el gobierno boliviano se abstuvo de implementar la ley mientras se discutían las objeciones presentadas por el gobierno chileno. El 8 de noviembre, el canciller Alejandro Fierro envió una nota al canciller Martín Lanza indicando que el Tratado de 1874 podría declararse nulo si se insistía en cobrar el impuesto, renaciendo los derechos de Chile anteriores a 1866. El 17 de noviembre , el gobierno de La Paz ordenó al prefecto del departamento de Cobija que aplicara la ley del impuesto para iniciar las obras de reconstrucción de Antofagasta. Aunque ambas partes propusieron la resolución del conflicto por vía de un arbitraje, tal como lo contemplaba el Protocolo de 1875, este no llegó a realizarse ya que mientras el gobierno de Chile exigía que se suspendiera la ejecución de dicha ley hasta que su legalidad fuese determinada por un árbitro, el gobierno de Bolivia exigía que el blindado Blanco Encalada y sus fuerzas navales se retiraran de la bahía de Antofagasta. El 6 de febrero, ante las protestas por parte de la Compañía de Salitres por la ley del impuesto y dado que el contrato no había cumplido con los trámites para declararlo, el gobierno de Bolivia rescindió el contrato con la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta. El prefecto Zapata ordenó rematar sus bienes para cobrar los impuestos generados desde febrero de 1878 . Gracias a los archivos de la Compañía de Salitres y Ferrocarriles de Antofagasta, se sabe que en Chile no existía interés en ir a la guerra por salvar a la compañía, a pesar de que muchos políticos y ministros importantes eran accionistas minoritarios de la compañía. Sin embargo, la decisión sería otra en el caso de que se remataran efectivamente las salitreras, lo que, según la visión del presidente de Chile Aníbal pinto , supondría la violación efectiva del tratado.

El Perú , que había suscrito el tratado de alianza ofensiva con Bolivia de carácter secreto en 1873 y al que argentina no se había adherido, trató de persuadir al gobierno de La Paz para someterse a un arbitraje  con la misión Quiñones, figura que se encontraba estipulada en el protocolo complementario de 1875, toda vez que se trataba de un "problema tributario" y no territorial. El gobierno peruano, para mediar en el conflicto, envió a su ministro plenipotenciario José Antonio de la valle  a Chile; la misión del diplomático fracasó. El canciller chileno Alejandro Fierro preguntó al plenipotenciario peruano sobre la existencia de un "Tratado Secreto" firmado con Bolivia en 1873. Lavalle no tenía instrucciones sobre ello y le indicó que en la comisión diplomática del congreso a la que él pertenecía no se había tocado ese tema. En Lima el 20 de marzo, el presidente peruano le expuso al representante chileno Godoy que el tratado existía y que convocaría al congreso peruano para evaluar qué actitud tomar ante Chile y Bolivia.
El 1 de marzo, el gobierno de Bolivia corto todo comercio con chile, asumiendo que hay un estado de guerra. El 15 de marzo, Chile inició preparativos para ocupar más al norte del paralelo 23. Con ello, el 23 de marzo, tuvo lugar la batalla de Calama, en la que las fuerzas chilenas vencieron a un grupo de civiles bolivianos. El 5 de abril de 1879, chile declaro guerra a Bolivia y a Perú .
La revisión y análisis del tratado de 1873 entre Perú y Bolivia, lleva a historiadores peruanos a la conclusión de que el Perú tenía la opción de decidir si este tratado estaba vigente, ya que Bolivia había firmado uno de límites con Chile en 1874 sin consultar al Perú  o si la agresión a bolivia era real o si el asunto merecía un arbitraje. Esta misma interpretación dice que, a raíz de la penetración de tropas chilenas en territorio boliviano y el poco interés del gobierno de Chile en "una salida diplomática" y a la declaratoria de guerra que le hace el gobierno chileno el 5 de abril, Perú se sintió ligado a Bolivia por el tratado recíproco de defensa y entró, asimismo, en la contienda, declarando el casus foederis (es una expresión latina que significa "motivo de la alianza". En la terminología diplomática, describe la situación en la cual entrarán en juego los miembros de una alianza (por ejemplo, "cuando una nación sea atacada por otra").

A comienzos de la guerra era evidente que antes de cualquier operación militar en un terreno tan difícil como el desierto de atacama, debía ganarse el control de los mares.las escuadras chilenas su forma de atacar y armamento era el adecuado por lo tanto tenían las todas  de ganar la campaña hasta hoy en día esta presente en nuestros registros históricos donde resaltan personajes históricos valerosos y que participaron en este hito enormemente considerable que nos hizo ganar territorio como así también perderlo por el lado de argentina por el solo echo de concentrar tropas al norte y debilitar el sur donde argentina actuó y obtuvo territorios que algún día pertenecieron al territorio chileno.
El poder de la escuadra chilena se basaba en las fragatas blindadas gemelas, Cochrane  y blanco encalada, de 3.560 toneladas, 6 cañones de 250 libras de carga, 2 de 70, y 2 de 40 libras, blindaje de 9 pulgadas, velocidad de 11 millas a su máxima capacidad. El resto de la escuadra estaba formada por las siguientes naves de madera: las corbetas chaca buco O’Higgins  y esmeralda, la cañonera Magallanes y la goleta córdoba.

La batalla fue ganada por la republica de chile saliendo victoriosa en el enfrentamiento marítimo y terrestre, anexión a Chile del departamento del litoral, Bolivia; y del departamento de Tarapacá y la provincia de Arica Perú .Dicha guerra   tubo perdidas, vidas humanas  una  gran cantidad, sobre todo en lo que se refiere a pérdidas de vidas civiles. Un conteo hace calcular que las bajas estuvieron entre los 14.000 y 23.000 muertos, entre civiles y militares, a lo largo de la guerra. Chile  quedó en posesión de  la puna de atacama de 75.000 km², que hasta entonces había pertenecido a Bolivia. Este hito fue memorable en el hecho de que somos propietarios de terrenos ricos en materia prima que nos dan ganancias al país sin importar dichos conflictos anteriores la conclusión que son nuestros, y podemos disponer de ellos para lo que sea y así  desarrollar el país o seguir desarrollándolo positivamente para así crecer y ser una gran potencia mundial o quizás  no tanto pero si resaltar frente a cualquier país subdesarrollado tanto latinoamericano como de los continentes aledaños.